En respuesta a este maremoto, se organizan diversas iniciativas. En verano, muchas autoridades locales ponen en marcha operaciones mecánicas de limpieza a lo largo de sus costas.
Además de su función curativa, estas recogidas de residuos son sobre todo un control de la contaminación costera por plásticos, ya que permiten caracterizar los residuos recogidos en las playas. Los datos recogidos se utilizan para alimentar el programa de recogida de datos de la Unión Europea y para localizar mejor las fuentes y orígenes del plástico.
Sin embargo, estas limpiezas y recogidas de residuos pueden tener un impacto negativo en la biodiversidad. Es el caso, en particular, del chorlitejo patinegro, un ave costera que se reproduce en la costa desde mediados de marzo hasta mediados de julio. Sus huevos son casi invisibles y muchos de ellos son pisoteados cuando se reúnen en la playa. Las dunas también están muy afectadas y erosionadas por la actividad humana, con graves consecuencias para todos los ecosistemas de la playa.
Para preservar la biodiversidad al tiempo que se combate la contaminación por plásticos, LIFE SeaBiL ofrece una guía para organizadores de recogidas de residuos y limpiezas de playas. La guía se utilizará en cursos de formación para organizadores y gestores de zonas protegidas.
También se organizarán recogidas de residuos que tengan en cuenta la biodiversidad de las playas utilizando las herramientas de LIFE SeaBiL (guía y mapa). Estas herramientas permitirán transmitir las buenas prácticas a las distintas asociaciones y contribuirán a preservar la biodiversidad de nuestras costas.