Los riesgos reales del plástico sobre los organismos están aún lejos de conocerse. Lo que sí se sabe es que las aves marinas, al confundirlos con presas, ingieren sustancias plásticas que pueden tener consecuencias dramáticas para su salud, provocando obstrucción de las vías respiratorias, sensación de saciedad, bloqueo del tubo digestivo y muerte prematura.
Muy recientemente, un estudio ha descubierto una nueva enfermedad derivada de la ingestión de plástico por las aves marinas: la «plasticosis». Nuestros conocimientos sobre este tema siguen siendo limitados, por lo que es vital mejorarlos. Este es uno de los principales objetivos de LIFE SeaBiL, con la creación de una red de varamientos. Se trata, por una parte, de realizar un seguimiento voluntario de las aves varadas en nuestras costas y, por otra, de recoger y almacenar en los centros de acogida las aves marinas muertas recientemente para su análisis por el laboratorio LIENSs de la Universidad de La Rochelle.
Estos análisis permitirán identificar una o varias especies indicadoras para el seguimiento de la contaminación por plásticos y, en última instancia, realizar investigaciones científicas sobre los tejidos almacenados.
Las primeras prospecciones tuvieron lugar este invierno, con varamientos masivos en Portugal y España.
En España, la SEO movilizó a sus voluntarios del 15 de enero al 15 de febrero para realizar un seguimiento en Cantabria, ante unos varamientos de alcidos sin precedentes. Durante el invierno de 2023 se contabilizaron un total de 891 aves marinas varadas, la mayoría de ellas en enero. Aún se desconocen las causas, pero parece que estos varamientos no están relacionados con la gripe aviar. La gran mayoría de las aves marinas encontradas eran frailecillos, y la SEO sigue estudiando la situación para comprender mejor los fenómenos que podrían haber provocado tales varamientos. En otras regiones de España se siguen recopilando datos.
En Portugal, la situación este invierno fue aún más alarmante, ya que la AEPD contabilizó más de 1.500 aves marinas entre el 1 de diciembre y el 4 de marzo de 2023 en sus costas. La mayoría de ellas quedaron varadas entre el 15 y el 28 de enero de 2023, lo que nos lleva a pensar que un fenómeno concreto fue el responsable de todos estos varamientos. Una vez más, la mayoría de las aves encontradas eran frailecillos. Por el momento se ha descartado la gripe aviar, y en breve se dispondrá de cifras consolidadas.
En Francia, gracias al trabajo de centenares de voluntarios y centros de atención, durante el programa de seguimiento se vigilaron casi 415 km de costa. En total, este invierno se observaron cerca de 400 aves marinas varadas, principalmente larvas. Por su parte, los centros de atención almacenaron en sus centros los cadáveres de las aves marinas muertas. Al final, un centenar de aves marinas serán examinadas en la Universidad de La Rochelle y unas 80 en la Universidad de Cádiz este verano.
El número de aves varadas observado durante esta primera movilización a gran escala es alarmante, y los análisis que seguirán permitirán determinar el papel potencial de la contaminación plástica en la muerte de estos individuos. Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a todos los voluntarios que han participado en este seguimiento, sin los cuales los análisis no habrían sido posibles. También queremos dar las gracias a todos los centros asistenciales que han participado en el proyecto. Encontrará los datos de contacto de estos centros y asociaciones en el folleto de la red de varamientos. No dude en apoyar su vital labor poniéndose directamente en contacto con ellos para hacer una donación o aportar su ayuda voluntaria.